Cada vez que viajo en carretera y cruzo por las montañas o algún despoblado y principalmente cuando voy a Monterrey, veo los caminos entre la sierra y no puedo evitar imaginarme manejando por ellos en mi Jeep, cómo sería la travesía, cuánto tiempo tomaría y a donde lleva ese camino.
En ocasiones me descubro siguiendo con la vista valles y cañadas al lado de la carretera imaginando que los recorro en el jeep.
Recuerdo que antes, veía como algunos amigos le profesaban un amor “sobrenatural” a sus vehículos, y la verdad es que, aunque yo también cuidaba mis coches, nunca sentí un “vínculo especial” que me ligara, digamos, profundamente a él.
Entonces, llegó el Gargajo, (la razón por la que se llama así, la pueden encontrar aquí)
Y, aunque, como la mayoría de los jeeperos, utilicé la frase de “no quiero modificarle mucho”, poco a poco lo he ido haciendo a mi gusto. Ahora, es un vehículo que, siendo sinceros, me emociona con solo verlo; pero no es solo el vehículo en si, es su capacidad, es el contexto en el que se mueve, el ambiente al que me transporta, los lugares a los que me lleva, los momentos que me permite vivir, son cosas difíciles de explicar, cosas que requieren un tipo especial de carácter, porque es una actividad que no es para las personas de “pipa y guante”.
Y aunque por muchas razones no puedo usarlo, ni salir a ruta tanto como quisiera, la emoción que provoca está ahi, aquí, puedo verlo desde la ventana, aguardando que me decida sacarlo y llevarlo a hacer lo que sabe hacer, lo que puede hacer...
En fin, para aquellos que se pregunten "que es un jeepero?" les dejo este vínculo que les puede dar una mejor idea, y a los que no, quizá les ayude a entender un poco a esos locos que parece que no cuidan o no quieren a su vehículo.
Pues si, me ha sido útil porque no sabía yo que era eso de los jeeperos... HAHA! ta chido el gargajo, aunq me da cosilla el nombre... saludos!
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